lunes, 19 de diciembre de 2016

Si algo he aprendido es que no hay nada más propio que nuestro tiempo,
todo lo pagamos con él, todo lo hacemos con él,
todo se lo debemos a él.
Por eso después de malgastar el tiempo en tantas personas que
luego no comparten el suyo o que desperdician el tiempo que les brindas
decides atraparlo y guardarlo para ti misma.

Le doy mi tiempo a los que lo disfrutan conmigo,
a  los que me pagan de igual manera con el suyo,
a los que están dispuestos a darlo todo por estar contigo 5 minutos, 
a los que hacen que te olvides del tiempo, 
a los que te regalan vida.

Así que atrápalo bien,
porque no va a volver,
no dejes planes
por personas que no lo hacen por ti.

domingo, 23 de octubre de 2016

Hay días que no,
hay días en los que todo te cierra las puertas en las narices,
o puede que estés mirando con el cristal equivocado,
da igual…

Céntrate en ti,
no huyas nunca,
levanta la cabeza siempre,
nadie puede pisotearte,
o eso me repito cada vez que abro los ojos,
da igual…

El tiempo nos pone en nuestro sitio
y si no, aprieta hasta hacértelo,
nadie lo hará por ti,
no te ates a nadie, o si,
da igual…

domingo, 5 de junio de 2016

Segundas partes envenenadas

Nadie me dijo que mi castigo sería no verte.
No escucharte,
no tener noticia de ti.

Decir que nunca deseé que te doliera...
eso sería mentir...
Siempre he tenido en mente devolvértela. 
Solo era cuestión de tiempo.
Los años se pagan,
los días me pesan, 
la ignorancia quema
pero la ausencia mata.

Lo nuestro siempre ha sido necedad,
buscábamos saciarnos
y al final nos vaciámos,
el uno en el otro.
Y
nos encontramos,
pero más solos,
más de lo que ya estábamos.

Ahora los meses siguen pasando,
solo leo tus versos y espero
que tú sepas leer entre mis líneas,
llegar a perdonarnos.

Pero nunca, amor, 
nunca,
jamás
habrá perdón para nosotros. 
 
Ni un nosotros al que regresar.

domingo, 22 de mayo de 2016

Bésame el alma,
que yo te acariciaré la tuya hasta que duermas.

Que son mis manos las que te tocan
pero son mis besos los que te mecen.

Cierra los ojos.






lunes, 21 de marzo de 2016

Háblame con esa mirada y mantén en silencio esa lengua.
Cállate...
Y es que... tus ojos son lo más bonito que jamás he escuchado.

El mundo es ese lugar que o lo respiras o te respira.
Volver...
Volver, mi amor, volver es llegar otra vez al final de la misma historia. Y las segundas partes nunca fueron buenas. Así que mejor no me prometas un cielo y quedémonos en nuestro propio infierno personal. Consumiéndonos en el fuego del momento.